. Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los
más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea
escuchada y su dignidad sea promovida.
.Sueño con una Amazonia que preserve esa riqueza cultural que la
destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana.
.Sueño con una Amazonia que custodie celosamente la abrumadora
hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus
selvas.
.Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de
encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos
rostros con rasgos amazónicos.
UN SUEÑO
SOCIAL
8. Nuestro sueño es el de una
Amazonia que integre y promueva a todos sus habitantes para que puedan
consolidar un “buen vivir”. Pero hace falta un grito profético y una ardua
tarea por los más pobres. Porque, si bien la Amazonia enfrenta un desastre
ecológico, cabe destacar que «un verdadero planteo ecológico se convierte
siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones
sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de
los pobres»[1].
No nos sirve un conservacionismo «que se preocupa del bioma pero ignora a los
pueblos amazónicos»[2].
Injusticia y crimen
9. Los intereses colonizadores
que expandieron y expanden —legal e ilegalmente— la extracción de madera y la
minería, y que han ido expulsando y acorralando a los pueblos indígenas,
ribereños y afrodescendientes, provocan un clamor que grita al cielo:
«Son muchos los árboles
donde habitó la tortura
y vastos los bosques
comprados entre mil muertes»[3].
donde habitó la tortura
y vastos los bosques
comprados entre mil muertes»[3].
«Los madereros tienen
parlamentarios
y nuestra Amazonia ni quién la defienda […]
Exilian a los loros y a los monos […]
Ya no será igual la cosecha de la castaña»[4].
y nuestra Amazonia ni quién la defienda […]
Exilian a los loros y a los monos […]
Ya no será igual la cosecha de la castaña»[4].
Fuente: Documento Amazonía Francisco